Somos una pyme que como vos sabrás, en los comienzos, los puntos claves de start up necesitan mucha cabeza y cuerpo, y en esos tiempos una de las charlas habituales entre mi socio y yo eran del tipo :
-Para lograr esto tenes que hacer “toooodooooo eeeeeeeeesto”
-Y la respuesta tradicional era CLARO! Asi de fácil!
Otro punto de la historia es que hace unos meses fui a una de las jornadas de Officenet donde habló Santiago en Paseo La Plaza sobre emprendedores (temática que me interesa mucho, ya que no solo le damos consultoría desde nuestra empresa sino que desde la cátedra coordinamos varios proyectos en torno a esta) y al salir me regalaron una bolsa con varias cosas, en el subte y ya malhumorada por la cantidad de gente que me empujaba, abrí la bolsa y me encontré con el botón rojo, obviamente como me pareció tan original lo saque rápido y lo apreté en el medio del subte, no solo me reí yo, sino que todo los que estaban a mi alrededor sonrieron sostenidamente y el viaje cambió, eso me hizo pensar.
Luego lo lleve a mi oficina y lo empecé a utilizar como un punto de encuentro con “la buena onda”, un centro que me ayudaba a abrir un canal de comunicación y me permitía saber cómo se sentían mis empleados en el día a día. Entonces todos venían a mi oficina a apretar el botón y sacar una sonrisa para continuar.
Este cuatrimestre me toco dar clases los sábados 9 de la mañana! Por lo que me propuse un cambio en la manera de darlas ya que mi representación de las clases en esa franja horaria no era muy alentadora.
Tenía que prepararme a un curso acostumbrados a clases prácticas “no tan prácticas”, largas presentaciones en power points con la misma info de los textos, dictados de clases tradicionales que no logran interactuar con los otros presentes sino que se explayan en largos monólogos, con un rol de experto muy marcado, un posible grupo callado, con sueño, con desgano y me dije algo tiene que cambiar.
¿Cómo hago para adecuarme a las reglas formales de una institución tradicional, pero logrando un diferencial?
Como alumna siempre me decía: ir a la UBA es una experiencia para algunos muy difícil y burocrática y para otros como a mi fascinante, muy rica en contenidos para pensar las instituciones entre otras cosas que no vienen al caso.
Pocos psicólogos pueden explicar los temas observando estos puntos falentes y tratándolos de mejorar, la mayoría quizá se alinea a lo tradicional o les cuesta adquirir nuevas herramientas que se puedan incorporar en la pedagogía de un aula y así las cosas asi cambian muy lento.
Mi compromiso es tratar de llevarles clases prácticas y dinámicas con diferenciales posibles tomando en cuenta todas las variables (tanto académicas, institucionales como humanas).
Hago varios eventos junto con mi socio para las marcas y si hay baches el DJ es mi salvación, subir la música, un CHAN O CRI CRI a tiempo es Lo Más, pero en un aula de la UBA sábado 9 am de que me disfrazo? Y sin DJ!!! Ajaja y ahí graciosamente apareció la idea de incorporar el Easy Button.
Somos una dupla docente + un ayudante y entre nosotros es un buen recurso para salir en los momentos de olvidos o faltas de respuestas ante alguna pregunta que le hacemos a los alumnos.
El primer día que lo apreté en clase nadie entendió de que se trataba, no explique nada y lo apreté para ver la impresión...
La segunda vez explique la función que yo le daba allí y las caras fueron cambiando, claramente el modelo mental tradicional estaba instalado.
También fue un tema pensar cuál era el lugar que debería colocar el botón y la centralidad que debería ocupar el mismo para no abusar del recurso.
La tercera vez y con el correr de las clases van varios alumnos que se van acercando a apretarlo con el fin de descomprimir alguna situación, contar algo que les gustaría optimizar, abrir un canal de comunicación para acercarse a hacer alguna pregunta que no quisieron hacer en clase o comparar algún tema dado con temáticas aplicadas a su día a día laboral, o simplemente sonreir.
La integración de esta herramienta está en proceso, implica un fenómeno de cambio cultural interesante en el microambiente de una clase de facultad.
Este comentario final y ya para cerrar va a parecer una publi de cremas femeninas o yogures (jeje) pero Hoy el Easy Button me acompaña en cada emprendimiento para romper el hielo y trabajar con la integración y la apertura de canales de comunicación entre los participantes de los mismos.
Pd: además de la aplicación en aula y viendo este video se nos ocurren campañas publicitarias con los problemáticas locales que podrían sacarle una sonrisa a muchos argentinos ligadas a la solución frente a un cambio de actitud!
¡Así de fácil!
[la anécdota es de Analía Tarasiewicz]
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