3/7/07

Y Marketing no se queda atrás en la semana de la dulzura

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2 comentarios:

  1. Realmente me ví tentada de pedirle los caramelos, pero temí dos cosas:
    1) que el pobre repartidor me mire con cara de espanto.
    2) Que mis compañeros de oficina llamen a mi marido para decirle que me quiero levantar al repartidor.

    Buena iniciativa, pero no me animé!
    Saludos.

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  2. Los repartidores están entrenados para disimular sus caras de espanto!

    Tus compañeros de oficina... ahí tenés un problema.

    Me enteré hoy de que mandamos a hacer una partida más de caramelos, si nos das un rastro podemos acercarte algunos (sin riesgos!)

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